Manifestación en contra de la trata en Argentina. / J. P. (EFE)
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Un grupo de 28 defensores del pueblo de América Latina, España y Portugal, que se reunió por dos días en la capital colombiana, ha pedido que la trata de personas sea declarado un crimen de lesa humanidad, por considerarlo un flagelo en aumento, que afecta, de manera sistemática, “profunda e irreversible” los derechos de muchos ciudadanos, y porque consideran que para erradicarlo hay que tomar medidas globales.
La Declaración de Bogotá, firmada por los integrantes de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) este miércoles, afirma el compromiso de adelantar las acciones que sean necesarias para que se “reconozca la trata de personas como crimen de lesa humanidad en los términos del Estatuto de Roma”. Con esa declaración, que no es otra cosa que la hoja de ruta contra contra este delito de carácter transnacional, se busca evitar que no prescriba y por lo tanto, que los responsables evadan la justicia.
“Es convocar a los diferentes Estados para que se combata desde esa óptica, si hacemos eso tendremos consecuencias importantes […] Sabemos que es en otros países donde [las víctimas] caen en el engaño porque les pintan un escenario para su futuro. Por eso lo ideal es que se le dé [a la trata] tratamiento de delito de lesa humanidad”, explicó el defensor del pueblo de Colombia, Jorge Armando Otálora, al entregar las conclusiones del encuentro.
Las autoridades colombianas han desarticulado nueve organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas en 2014
Según el documento, firmado en el marco de la Primera Cumbre Iberoamericana sobre la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, cuando el primer delito se estructure como de lesa humanidad, los ombudsman se comprometen a desarrollar instrumentos que permitan su efectiva persecución “bajo el principio de jurisdicción universal”. También insistieron en que hay que incrementar los esfuerzos para que las políticas públicas de erradicación del tráfico ilegal de personas y la trata no olviden la protección y el derecho a la reparación de cada víctima.
En Colombia, la trata de personas se da a través de la explotación sexual, la explotación laboral, el matrimonio servil y la mendicidad. Durante 2014 y en lo que va del año, las autoridades colombianas han desarticulado nueve organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas, seis de ellas transnacionales y tres nacionales. Y según cifras oficiales, al año se atienden cerca de 60 casos, la mayoría por explotación sexual, aunque se sabe que muchas de las víctimas son invisibles.
En el caso de la migración, el crecimiento en Colombia se disparó, ya que entre 2013 y 2014 aumentó el 248%, alcanzando la cifra de 2.111 extranjeros indocumentados y devueltos, provenientes de Cuba, Nepal, China, Bangladesh, Somalia, India, Ecuador y República Dominicana. En este año van 1.111 migrantes identificados, según la Defensoría del Pueblo del país.
En uno de cada tres casos, el delito se produce en el país de origen de la víctima
Hace solo dos meses las policías de Colombia, Ecuador y Perú desarticularon una red internacional de trata de mujeres que culminó con la captura, en suelo colombiano, del ecuatoriano Luis Guerra, conocido como El Capi, quien reclutó a cerca de 200 jóvenes ecuatorianas a través de redes sociales para llevarlas a Perú con documentación falsa, donde las obligaba a prostituirse y las mantenía retenidas en hoteles.
Según el último informe de Naciones Unidas sobre la trata de personas, entre 2010 y 2012 se identificaron víctimas de 152 nacionalidades en 124 países del mundo. La organización destacó con preocupación que en uno de cada tres casos, el delito se produce en el país de origen de la víctima.
Veintiocho países piden que la trata sea un crimen de lesa humanidad
Veintiocho países piden que la trata sea un crimen de lesa humanidad
Los ‘ombudsman’ de 28 países de Latinoamérica, España y Portugal advierten de la gravedad de la explotación de personas
Manifestación en contra de la trata en Argentina. / J. P. (EFE)
Un grupo de 28 defensores del pueblo de América Latina, España y Portugal, que se reunió por dos días en la capital colombiana, ha pedido que la trata de personas sea declarado un crimen de lesa humanidad, por considerarlo un flagelo en aumento, que afecta, de manera sistemática, “profunda e irreversible” los derechos de muchos ciudadanos, y porque consideran que para erradicarlo hay que tomar medidas globales.
La Declaración de Bogotá, firmada por los integrantes de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) este miércoles, afirma el compromiso de adelantar las acciones que sean necesarias para que se “reconozca la trata de personas como crimen de lesa humanidad en los términos del Estatuto de Roma”. Con esa declaración, que no es otra cosa que la hoja de ruta contra contra este delito de carácter transnacional, se busca evitar que no prescriba y por lo tanto, que los responsables evadan la justicia.
“Es convocar a los diferentes Estados para que se combata desde esa óptica, si hacemos eso tendremos consecuencias importantes […] Sabemos que es en otros países donde [las víctimas] caen en el engaño porque les pintan un escenario para su futuro. Por eso lo ideal es que se le dé [a la trata] tratamiento de delito de lesa humanidad”, explicó el defensor del pueblo de Colombia, Jorge Armando Otálora, al entregar las conclusiones del encuentro.
Las autoridades colombianas han desarticulado nueve organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas en 2014
Según el documento, firmado en el marco de la Primera Cumbre Iberoamericana sobre la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, cuando el primer delito se estructure como de lesa humanidad, los ombudsman se comprometen a desarrollar instrumentos que permitan su efectiva persecución “bajo el principio de jurisdicción universal”. También insistieron en que hay que incrementar los esfuerzos para que las políticas públicas de erradicación del tráfico ilegal de personas y la trata no olviden la protección y el derecho a la reparación de cada víctima.
En Colombia, la trata de personas se da a través de la explotación sexual, la explotación laboral, el matrimonio servil y la mendicidad. Durante 2014 y en lo que va del año, las autoridades colombianas han desarticulado nueve organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas, seis de ellas transnacionales y tres nacionales. Y según cifras oficiales, al año se atienden cerca de 60 casos, la mayoría por explotación sexual, aunque se sabe que muchas de las víctimas son invisibles.
En el caso de la migración, el crecimiento en Colombia se disparó, ya que entre 2013 y 2014 aumentó el 248%, alcanzando la cifra de 2.111 extranjeros indocumentados y devueltos, provenientes de Cuba, Nepal, China, Bangladesh, Somalia, India, Ecuador y República Dominicana. En este año van 1.111 migrantes identificados, según la Defensoría del Pueblo del país.
En uno de cada tres casos, el delito se produce en el país de origen de la víctima
Hace solo dos meses las policías de Colombia, Ecuador y Perú desarticularon una red internacional de trata de mujeres que culminó con la captura, en suelo colombiano, del ecuatoriano Luis Guerra, conocido como El Capi, quien reclutó a cerca de 200 jóvenes ecuatorianas a través de redes sociales para llevarlas a Perú con documentación falsa, donde las obligaba a prostituirse y las mantenía retenidas en hoteles.
Según el último informe de Naciones Unidas sobre la trata de personas, entre 2010 y 2012 se identificaron víctimas de 152 nacionalidades en 124 países del mundo. La organización destacó con preocupación que en uno de cada tres casos, el delito se produce en el país de origen de la víctima.